La mayoría de estos problemas de las hojas, tallos, raíces o frutos son producidos por hongos y son debidos a una humedad excesiva y a la falta de ventilación. El exceso de riego y el aporte también excesivo de nitrógeno, aunque sea con materiales naturales (purines), favorece la absorción y acumulación de agua por parte de las plantas. Esta acumulación de agua, facilita o acelera el desarrollo de podredumbres, tanto en las plantas cultivadas como en las hortalizas y frutos cosechados que se desea guardar.
Cómo prevenir:
Como se dice, mejor es prevenir que curar, ya que curar siempre es mas difícil, y por eso debemos tener en cuenta para evitar las podredumbres:
- Cultivar variedades resistentes.
- Procura mejorar el drenaje y evitar los excesos de agua en las raíces.
- Las plantas atacadas se deben arrancar. Tira a la basura tanto la planta como la tierra que rodea a las raíces porque estará contaminada.
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